Desde niña viví conmovida
por aquellos pecados capitales
que comparten ateos, cristianos y prepotentes,
con ellos crecí
me sumergí en sus aguas gelatinosas
turbulentas y difusas.
Perpetuamente atormentada
por los misterios de la vida
que se antojaba larga
que se antojaba eterna.
Víctima de tercera generación
de roja sangre
corazón humilde
cabeza caliente
y cuerpo tímido
me debatía ferozmente
por remontar los temores
por conciliar sensatez y pecados
en ceremonia amistosa
por conciliar sensatez y pecados
en ceremonia amistosa
para ser feliz
y hacerte feliz conmigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario