COMO LA VIDA MISMA

La vida es un milagro, es un misterio. Es tan sencilla de entender, pero tan complicada de vivir... De joven piensas que todo lo sabes y te lanzas sin pensarlo; cuando creces entiendes que todo es pasajero y montas en el tren de la relatividad, cada estación una etapa, huyendo de lo eterno. Es más humano sentirse pasajero de viajes efímeros y mediocres, que soñar en un crucero idílico. La locura es estar ebrio, estar sobrio es el infierno. La vida es temporal, pero aunque el tiempo a veces parezca inmenso, sin quererlo desaparece en un segundo cuando más lo necesitas. Es el secreto de la vida, tan larga y tan corta, como un vaivén. Es un viaje en barco, a merced de un mar en calma o una tempestad. Es una ficción, es una quimera, pero es tan real...

New York City

Intrépida muchacha, no tientes a la suerte, no seas descarada, aparta del callejón, de la calle sin salida. Es la primera vez que te diviertes, has escogido un juego peligroso, no tientes a la suerte y aparta la mirada.

Pequeña, deja de cantar y vuelve a casa.

No crezcas antes de tiempo, no rompas el perfil de tus labios con ese carmin de fuego.

No corras tanto.

Gira tus pasos y vuelve atrás.

Observo mis brazos, mis manos, mis dedos. Hoy tienen otro tamaño, color, textura, sutil caricia de los recuerdos. Mis dedos turbados de sonrojo, repletos de alegría gritan tantas palabras que es imposible escribirlas. Testigos de la intimidad de una poesía hecha a medida.

PAJAROS DE BARRO

Por si el tiempo me arrastra a playas desiertas, hoy cierro ya el libro de las horas muertas. Ni una página en blanco más, siento el asombro de un traseunte solitario. En los mapas me pierdo, por sus hojas navego, ahora sopla el viento cuando el mar quedó lejos hace tiempo. En los vértices del tiempo anidan los sentimientos, hoy son pájaros de barro que quieren volar.