miércoles, 22 de octubre de 2008

LA VIDA GRIS


Hoy me siento de un color gris
como esos días tristes sin motivo
empañados de lluvia.

Acaricio el llanto
como las gotas de tormenta
resbalan por el cristal
y difuminan las formas.

Arrugo las lágrimas,
las guardo en un rincón
como un secreto preciado,
un secreto triste,
un secreto que me define,
que me suprime cuando llora conmigo.

Hoy me siento gris,
como este día nublado
que oscurece las sombras
y las guarda en el rincón secreto
del pasado
para que no lloren ni se arruguen,
para que sigan siendo sombras,
con formas y colores,
aunque el color sea este gris intenso
que me asola
y me arruga bajo la lluvia.

domingo, 19 de octubre de 2008

KAHLO CALÓ

Anoche me sumergí en tierras mexicanas, entre huipils y whiskies, con la llorona colgada al oído y un murmullo de tacones esparcido en todas partes. En mi memoria se abrieron las páginas de los libros, melodías, sueños que desde tiempo atrás inundaron mis anhelos.
Allí estaba Fruida, ante un espejo la colegial encontró a su imagen más bella y la imitó en un baile sensual y cadencioso, reflejo de su yo emergido del mismo cuerpo, tan igual pero tan ajeno, sacando el perfume fuera del cristal y cobrando vida propia.
Las 1000 Fridas revoloteando por el escenario a golpe de flamenco: Frida se mira en el espejo juguetona, y tras la derrota se mira rota de dolor. Friducha, la bella paloma viajera que dejó sus llantos entre dos continentes y muerta la esperanza voló con sus manos para hacer arte. De Frida salen 1000 Fridas que aman, viajan, bailan, crean, se enfadan, lloran y callan.
Y frente a ella yo, perpleja, admiraba las formas de la dama surgida de la nada, después de tanto tiempo deseada. Tomó forma, tomó altura, y mi Frida ensoñada nació de la nada en forma de baile.

miércoles, 15 de octubre de 2008

CAPÍTULO SEGUIDO

Y sentí que te perdía
oscuro intenso la tarde
mi mundo se caía

recapitulé los domingos a tu lado
las horas de rutina
los deseos compartidos

sentí que te perdía

recordé las charlas matutinas
las danzas de sirena
aprender de tu escuela

aún así te perdía

y grité
que te quería
en un llanto sin consuelo

te quería

por ver si así me servía para
iniciar un capítulo y seguido
en nuestra historia.

DERROTA Y REENCUENTRO

Hoy soñé con tu vacío, sin tu presencia. Imaginé cuerpos extraños acechándome, incitándome. Inventé la píldora de mi muerte, para acabar con la angustia de la vida torturada, para cerrar la tortura de un corazón macerado de tormentas. Feché el día de mi tumba, ese mismo día, esa misma tarde, y en mi mano la derrota dispuesta a vencerme.
Terminé el inventario y ya dispuesta a asentir al verdugo escapé corriendo escaleras abajo en tu busca, empañada en lágrimas, arrepentiéndome de las dudas, arrepentida de la carta de despedida que había dejado. Corrí a tu encuentro y te besé, con besos de locura, besos de ciega que se abren para entender que estaban cegados con rencores vanos que volvían mi cuerpo liviado.
Entendí entonces que el único sentido de mi píldora de la muerte no era la propia muerte sino poder estar contigo para no necesitarla a ella.