
Qué hermoso avanzar por la escala del deseo, ascendiendo al firmamento, allá donde brillan las teclas, donde nace la canción sosegada que invade el sueño, acogiendo en misterioso secreto el instante en que las miradas se funden en blanco y negro.
Cada persona deja su sello grabado en algo o alguien, como la huella imborrable de haber existido. Este no es solo un blog nuestro, sino de tod@s, y nuestro sello son las palabras, como minúsculas gotas de agua que forman mares, incluso mareas, como esas que mueve la luna en su continuo cambio.
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