domingo, 21 de septiembre de 2008

BARROCO


Amor y venganza, dualidad venenosa que inicia la lucha entre países, volcánica marea que hunde corazones.

Amor es el sello del pálpito jugoso, amor es venganza en un órgano malherido, amor es deseo, amor es orgullo.

Venganza es a la inversa y es sinónimo del primero, un poema sin rumbo, un dardo afilado al centro del amor.

La cara y la cruz de una misma moneda, la vela encendida, la luz apagada.

Horror vacuo, somos esculturas recargadas de sentimientos sublimes, emocionados, apuntalados en los extremos de la balanza en la que el amor y el odio equilibran nuestra existencia.

2 comentarios:

Mixu dijo...

Envuelta en un mundo lejos de la realidad me uni a tus dedos para adentrarme en tu vida, y como tu me enamore del arte del teatro. Te amo

Mixu dijo...

Barroco... sublime interpretación la de los actores,en un escenario vacío que se llena de emoción con cada gesto, mirada, palabra. Espectacular coreografía que eleva los diálogos a una tensión continua, que se esparce por la sala desde el momento en que el barco zarpa y hasta su suicidio en el mar caótico de las emociones rotas.
Vi Barroco sentada a apenas 3 metros del escenario, sufrí con los actores con cada desgarro de garganta, como si me hubiera alojado dentro de sus cuerpos y los gritos me desgarraran también a mí por dentro.